La malla vial ha sido un dolor de cabeza para todos los caleños durante años. El paso del tiempo nos ha dejado vías envejecidas y la falta de inversión ha hecho que todos los daños se junten. Cali es una ciudad que se mueve lento.

De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, tan solo 23,7 por ciento de las vías de Cali está en buen estado. Concretamente, 560 kilómetros de 2362, y podemos entrar en más detalle. 71 por ciento de las vías secundarias, 79 por ciento de las vías que distribuyen el tránsito entre las viviendas y los sitios de trabajo, y el 76 por ciento de las vías de los barrios de la ciudad están entre regular y mal estado.

Para recuperar el 100 por ciento, se requieren 2 billones de pesos, poco más de la mitad del presupuesto anual del municipio. El costo es restrictivo para todas las obras a la vez, pero vale la pena preguntarse por qué no ha habido progreso. Una de las respuestas es que no hay suficientes fondos destinados al mantenimiento de la malla vial, pues el Acuerdo 452 aprobado en 2019, determinó que el 97 por ciento de la sobretasa a la gasolina sería invertido en el funcionamiento del MÍO, mientras el 3 por ciento restante estará destinado a las vías, al menos hasta 2022.

Para facilitar la movilidad en la ciudad debemos pensar en decisiones inmediatas y sensibles con el costo. Afortunadamente la tecnología de asfaltado ha evolucionado mucho en los últimos años. Hay soluciones que se adaptan a nuestras necesidades, como la técnica de whitetopping. Se coloca un pavimento rígido sobre la estructura existente de pavimento flexible, sin tener que demoler y limpiar. Esta técnica permite disminuir el costo de mantenimiento, mejorar el trazado de la vía actual y rehabilitar el tráfico vehicular en poco tiempo. Además el personal contratado no requerirá altas calificaciones, y los equipos son fáciles de conseguir.

También hay otras posibilidades que permiten soñar con implementar avances tecnológicos. En el Reino Unido es común el uso de los pavimentos tipo Topmix permeable, y una compañía ha desarrollado un tipo de asfalto que drena el agua a un ritmo impresionante. Es una solución existente a las inundaciones que afectan a tantos sectores de la ciudad. En Holanda, en la Universidad Técnica de Delft, han desarrollado un bioconcreto, que emplea una bacteria llamada Bacillus Pseudofirmus para reparar el desgaste en las edificaciones. 

Nos merecemos algo diferente. Algo mejor. Unas vías que estén a la altura de nuestras capacidades y nos permitan transitar. Con voluntad encontraremos la manera de lograrlo.